La quilla del Stalingrado, el séptimo rompehielos de propulsión nuclear que se está construyendo según el diseño del Proyecto 22220, se ha colocado en el Astillero Báltico. Una vez puesto en servicio, se convertirá en el noveno buque de la flota nuclear rusa. Los rompehielos de la serie Proyecto 22220 ofrecen un rendimiento sin precedentes, ya que son capaces de romper hielo de hasta 3 metros de espesor.
El rompehielos lleva el nombre de la ciudad de Stalingrado (ahora Volgogrado). La Batalla de Stalingrado, una de las batallas decisivas de la Segunda Guerra Mundial entre el Ejército Rojo Soviético y la Wehrmacht alemana, se libró en la ciudad y sus alrededores entre el 17 de julio de 1942 y el 2 de febrero de 1943, y terminó con la victoria del Ejército Rojo.
La ceremonia de colocación de la quilla se programó para que coincidiera con el inicio de la Operación Urano: el 19 de noviembre de 1942, el Ejército Rojo Soviético lanzó su contraofensiva en Stalingrado.
“Estoy seguro de que el nuevo rompehielos, Stalingrado, honrará este nombre con dignidad. Trabajando en las duras condiciones del Ártico, abriéndose camino a través del hielo, se convertirá en otro símbolo del talento, la fuerza y la energía creativa de nuestro pueblo, así como de su capacidad para establecer y cumplir los planes más audaces y resistir a los momentos más difíciles” declaró el Presidente ruso, Vladímir Putin, a través de una videoconferencia en la ceremonia.
“Usted nos ha establecido un nuevo objetivo: la creación del Corredor de Transporte Transártico, que incorpora la Ruta del Mar del Norte. Se trata de una tarea de enorme envergadura, a escala planetaria. Resolverla reforzará el liderazgo de Rusia, garantizará la ejecución de proyectos nacionales en altas latitudes y sentará las bases para la soberanía logística de la Federación Rusa”, declaró el Director General de Rosatom, Alexey Likhachev, dirigiéndose al Presidente.
Durante la ceremonia, el veterano de la Batalla de Stalingrado, Pavel Vinokurov, que cumplió 103 años en noviembre, entregó a Alexey Likhachev una cápsula conteniendo tierra del suelo de Volgogrado. Se conservará a bordo del rompehielos.
El diseño del rompehielos Stalingrado presenta tonos rojos y blancos. Los laterales de la superestructura son blancos, mientras que la proa presenta un mural con la estrella blanca de la Ciudad Heroica sobre un fondo rojo, superpuesta con una silueta roja de la escultura “La Madre Patria Llama”.
La combinación de colores rojo y blanco de la superestructura del Stalingrado también tiene una finalidad práctica: permite distinguir el barco a distancia del Leningrado, otro rompehielos de la misma serie actualmente en construcción en los Astilleros del Báltico, que presenta una superestructura azul y blanca.
“Es una gran alegría definir el aspecto visual de un rompehielos nuclear. Y el hecho de que el rompehielos Stalingrado se esté construyendo en el año del 80 aniversario de la Victoria y de la industria nuclear añade un significado adicional a mi tarea”, afirmó Vladimir Ruzhnikov, autor del proyecto y Jefe del Departamento de Arte y Diseño del Centro de Comunicaciones de Rosatom.
En el momento de la colocación de la quilla, el Stalingrado estaba completado en un 4%, con las tres primeras secciones ya ensambladas. El rompehielos difiere ligeramente de sus predecesores, ya que se realizan mejoras en cada buque sucesivo basándose en la experiencia anterior. Sin embargo, las características principales de los buques del Proyecto 22220 permanecen inalteradas. Entre ellas se incluyen un diseño de doble calado, dos reactores RITM-200 y un sistema de propulsión eléctrica de corriente alterna con motores asíncronos. Estos rompehielos son capaces de romper hielo de hasta 3 metros de espesor.
Otros dos rompehielos nucleares del Proyecto 22220, el Chukotka y el Leningrado, se encuentran actualmente en construcción en los Astilleros del Báltico.
El Chukotka ya se está preparando para las pruebas de amarre. En noviembre, Elemash (parte de Rosatom) completó la fabricación de los núcleos de los reactores para ambos reactores del barco antes de lo previsto. En octubre, se instaló en el Chukotka un gran bloque de superestructura compuesto por diez secciones que pesaban más de 200 toneladas; este albergará los compartimientos de la unidad de energía auxiliar del rompehielos. Ese mismo mes se instaló un bloque de alojamiento preequipado que pesa unas 300 toneladas. Tras el montaje de las estructuras del casco, los trabajadores del Astillero Báltico procederán a equipar los espacios interiores: camarotes, comedor, sala de recreo y otras zonas.
En noviembre, se instaló un generador diésel de reserva de 38,5 toneladas y 2000 kW de potencia en el lado de babor del Leningrado. A continuación se instalará el generador de reserva de estribor. Se estima que el buque está completado en un 20%.
El tiempo de construcción de los rompehielos nucleares está disminuyendo gracias al cambio a la tecnología de construcción prefabricada. Mientras que el buque insignia de la serie tardó siete años en construirse, el siguiente, el Yakutia, tardó menos de cinco. El plan es construir el Chukotka en cinco años, y el Leningrado y el Stalingrado en cuatro años y medio.
Además, el Astillero Zvezda continúa con la construcción del superrompehielos Rossiya (Proyecto 10510), cuya puesta en servicio está prevista para 2029.
Los rompehielos nucleares garantizan la seguridad de los buques que navegan por las rutas árticas del Corredor de Transporte Transártico, que se extiende desde San Petersburgo hasta Vladivostok.
La flota nuclear rusa cuenta actualmente con ocho rompehielos, cuatro de los cuales son del último diseño del Proyecto 22220: Arktika (puesto en servicio en 2020), Sibir (2021), Ural (2022) y Yakutia (2024).
