Tendencias Equilibrio global
volver al ContenidoDurante las últimas décadas, los países que más uranio consumen para sus centrales nucleares y los principales productores de uranio prácticamente no coincidían. Ahora, la situación está cambiando gradualmente: los países con centrales nucleares están tomando medidas para iniciar, reanudar o ampliar significativamente la extracción de uranio, mientras que los países con reservas de uranio planean construir sus propias centrales nucleares. Rosatom participa en ambos procesos, contribuyendo al desarrollo de las tecnologías nucleares en todo el mundo.
Durante muchos años, en la industria nuclear, los principales centros de producción de uranio no coincidían con los mayores centros de consumo en las centrales nucleares. Kazajistán, Australia, Namibia, Uzbekistán y Níger exportan todo el uranio que producen. Por el contrario, los países europeos y Estados Unidos prácticamente importan todo el uranio que consumen. Sudáfrica, India y China importan una parte del uranio que necesitan. Rusia, así como parcialmente China, apostaron por crear empresas de extracción de uranio en otros países. Para Rusia, la cooperación más exitosa y duradera ha sido con Kazajistán.
En los últimos años, la energía nuclear está viviendo un nuevo renacimiento, y la situación descrita anteriormente comenzó a cambiar. Kazajistán, Uzbekistán y Namibia han empezado a tomar medidas dirigidas a construir sus propias centrales nucleares, mientras que Estados Unidos, Brasil, Argentina y Suecia no solo planean ampliar su parque de centrales nucleares, sino también reanudar la producción nacional de concentrados de uranio natural.
Kazajistán
Kazajistán lleva más de quince años siendo el líder mundial en producción de uranio. En 2024, el país produjo 23.270 toneladas de uranio, parte de las cuales provienen de empresas conjuntas con Rosatom.
Todo el uranio kazajo se exporta: tras el cierre del reactor de la central nuclear de Mangystau en 1999, no quedan centrales nucleares en funcionamiento en el país.
La situación ha cambiado en los últimos años. El año pasado, en Kazajistán se celebró un referéndum, en el que la población aprobó la construcción de centrales nucleares. Está previsto construir varias centrales nucleares. La primera central nuclear será construida por un consorcio internacional liderado por Rosatom, cuya propuesta fue considerada la mejor por la Comisión Interministerial de Kazajistán para el Desarrollo de la Industria Nuclear. En el Foro Económico Internacional de San Petersburgo (SPIEF), celebrado en junio de este año, el Director General de Rosatom, Alexey Likhachev, y el Presidente de la Agencia de Energía Atómica de la República de Kazajistán, Almasadam Satkaliyev, firmaron una hoja de ruta para la implementación de las principales medidas del proyecto de construcción de una central nuclear de gran potencia en Kazajistán. Además, la empresa de Plantas Nucleares de Kazajistán y Atomstroyexport (División de Ingeniería de Rosatom) firmaron un acuerdo marco, en el que se definen los principios clave de cooperación para la implementación del proyecto en el distrito de Zhambyl, región de Almatý.
Los tres principales productores mundiales de uranio a partir de minas (en toneladas de U, según datos de la WNA para 2022):
Kazajistán — 21 227
Canadá — 7351
Namibia — 5613
Uzbekistán
Uzbekistán es uno de los líderes mundiales en la extracción de uranio: en 2022, según estimaciones de la World Nuclear Association (WNA), produjo 3.300 toneladas de uranio. En este país nunca ha habido centrales nucleares.
Uzbekistán comienza su camino en la energía nuclear con centrales nucleares de baja potencia de diseño ruso. En 2024, Rosatom firmó con el Gobierno del país un acuerdo que prevé la construcción de seis unidades con reactores RITM-200 de 55 MW cada uno, y el inicio de operaciones de la primera unidad está previsto para 2029. Este es el primer contrato de exportación en el mundo para la construcción de SMR. En la región de Jizzakh se están llevando a cabo trabajos preparatorios para el hormigonado de la SMR, mientras que en Rusia ya ha comenzado la fabricación del primer reactor. Además, en el marco del Foro Económico Internacional de San Petersburgo (SPIEF), Rosatom y la Agencia para el Desarrollo de la Energía Nuclear bajo el Gabinete de Ministros de Uzbekistán firmaron un acuerdo para estudiar la posibilidad de construir en Uzbekistán dos unidades de potencia (con la opción de ampliarlo a cuatro unidades) con reactores VVER-1000 de 1 GW cada uno.
Namibia
Según datos del Instituto Namibio del Uranio, el volumen de producción de uranio en el país en 2023 alcanzó las 8.283 toneladas. Un proyecto clave, que puede abrir una nueva zona de extracción de uranio en Namibia y elevar el nivel de desarrollo económico en la parte oriental del país, es el proyecto Wings, que está siendo desarrollado por Rosatom.
Además, Namibia tiene la intención de iniciar conversaciones sobre la construcción de una central nuclear en el país. Así lo anunció la Presidenta de Namibia, Netumbo Nandi-Ndaitwah:
“Si bien no puedo decirles cuándo Namibia tendrá una central nuclear, puedo asegurarles que las discusiones definitivamente comenzarán durante este ejercicio fiscal”. Para el país, la generación propia de electricidad es un objetivo estratégico, ya que Namibia depende de la importación de energía eléctrica desde Sudáfrica, y los suministros suelen ser inestables. Netumbo Nandi-Ndaitwah busca aprovechar al máximo el potencial de los recursos naturales del país: “No debemos limitar nuestra participación a la exportación de recursos minerales, sino que también debemos procesarlos aquí. Debemos ocupar un lugar en la cadena de creación de valor”, declaró la Presidenta.
Rosatom está dispuesto a apoyar estos planes: “La energía nuclear puede convertirse en una base sólida para un sistema energético sostenible en los países de África. Rosatom ha desarrollado una amplia gama de soluciones para alcanzar este objetivo. <...> Nos complace que Namibia esté explorando las posibilidades de utilizar energía nuclear; esta decisión puede convertir al país en uno de los actores energéticos más importantes del continente africano”, afirmó Ryan Collier, Director General del Centro Regional de Rosatom para África Central y Meridional, durante la II° Conferencia sobre Ciencia y Tecnología Nuclear en Namibia, celebrada en el otoño pasado.
Los tres países con mayor potencia instalada de unidades nucleares (GW, según datos del OIEA para 2025): :
EEUU — 96,95
Francia — 63
China — 55,32
Brasil
Actualmente, en Brasil operan dos unidades de energía de la Central Nuclear Angra, con una potencia total de 1,88 GW. El país está analizando la posibilidad de ampliar su parque de centrales nucleares y aumentar la extracción de uranio. La implementación de estos planes contempla la cooperación con Rosatom. Así, en mayo de este año, durante una reunión con el Presidente de Rusia, Vladímir Putin, el Presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, declaró que Brasil está interesado en colaborar con Rusia en la construcción de centrales nucleares de pequeña potencia. Además, el gobierno de Brasil y Rosatom están negociando la posibilidad de realizar conjuntamente proyectos de extracción de uranio y litio en el país.
Suecia
En este país no se extrae uranio desde hace al menos 15 años, y desde 2018 la extracción de uranio está prohibida por ley. Sin embargo, el año pasado, tras un análisis exhaustivo, el gobierno de Suecia publicó un informe en el que concluye que es conveniente levantar esta prohibición. Se prevé que el proyecto de ley correspondiente sea presentado al Parlamento antes del 1 de enero de 2026. Las compañías extranjeras de exploración geológica con proyectos en Suecia están apoyando activamente esta medida.
En Suecia operan actualmente seis unidades de energía nuclear con una capacidad total de 7 GW. El gobierno ha anunciado que el país debe construir nuevas unidades nucleares con una capacidad eléctrica total de 2,5 GW para 2035. Además, está previsto construir entre 4 y 10 nuevos bloques adicionales en la década siguiente (la decisión final aún no ha sido tomada).
Argentina
En el país operan 3 unidades en dos sitios: 2 en la Central Nuclear de Atucha y otra es la Central Nuclear Embalse, con una capacidad total de 1,64 GW. En diciembre de 2024, el gobierno de Argentina presentó el Plan Nuclear Argentino, que prevé la construcción de una SMR de diseño propio en el emplazamiento de la Central Atucha, la modernización de la infraestructura nuclear y la organización de la extracción de uranio en el país. Según datos de la WNA, en Argentina no se ha extraído uranio durante al menos los últimos 12 años. El Plan Nuclear Argentino despertó el interés del Presidente de Francia, Emmanuel Macron, quien en junio, durante la Conferencia Internacional de la ONU sobre los Océanos en Niza, acordó con el Presidente de Argentina, Javier Milei, cooperar en la implementación del plan nuclear. Además, firmaron un memorando de entendimiento que prevé la colaboración en el desarrollo de los denominados minerales críticos, entre los que se incluye el uranio.
Estados Unidos
En mayo de 2025, el Presidente de EEUU, Donald Trump, firmó cuatro decretos destinados a impulsar la expansión de la capacidad de la energía nuclear estadounidense, pasando del nivel actual (casi 97 GW) a 400 GW para 2050. El objetivo para 2030 es añadir 5 GW de capacidad mediante el aumento de la potencia de los reactores existentes y construir 10 nuevas unidades de gran potencia.Uno de los decretos establece la obligación de desarrollar un plan para incrementar las capacidades de conversión y enriquecimiento de uranio, suficientes para satisfacer la demanda interna de EEUU en uranio de diferentes niveles de enriquecimiento. Otro decreto fija la meta de posicionar a las empresas nucleares estadounidenses como socios preferenciales y define un objetivo concreto: firmar al menos 20 nuevos acuerdos “123”, que son la base para la cooperación nuclear internacional.
Estados Unidos también busca aumentar la producción nacional de uranio, pero hasta ahora los resultados no son significativos. Según el informe de la Energy Information Administration (EIA) correspondiente al primer trimestre de 2025, la producción de uranio, que ya era baja, disminuyó aún más, alcanzando 310.533 libras de U₃O₈ (menos de 120 toneladas), lo que representa unas 65.000 libras (25 tn) menos que en el cuarto trimestre de 2024.
Rusia
Rosatom es líder mundial en la industria nuclear: opera en más de 60 países y cuenta en su cartera internacional de pedidos con 33 unidades de gran potencia en 10 países y el primer proyecto de exportación del mundo para la construcción de centrales nucleares de baja potencia, con 6 unidades en Uzbekistán.
Rusia, ofreciendo a sus socios de países amigos en todo el mundo asistencia en el desarrollo de la industria de extracción de uranio y la energía nuclear, construye centrales nucleares y amplía la producción de uranio también dentro de su propio territorio. Según el Esquema General de Ubicación de Instalaciones de Energía Eléctrica hasta 2042, en Rusia se construirán 38 unidades de diferentes capacidades. La capacidad total de estas unidades aumentará en 18,9 GW (actualmente 26,8 GW), y la participación de la energía nuclear en la matriz energética del país crecerá hasta el 25%. También se prevé incrementar el volumen de producción de uranio en las minas rusas.
39 unidades de potencia
cartera de pedidos del exterior de Rosatom para la construcción de centrales nucleares
Algunas conclusiones
Teniendo en cuenta la gran falta de inversión en la industria nuclear y en el sector del uranio, es difícil prever qué planes y a qué velocidad se implementarán. Sin embargo, la tendencia es clara: los gobiernos, propietarios de unidades nucleares y empresas de uranio buscan cerrar la cadena de suministro, desde la extracción del mineral hasta la generación eléctrica en las centrales nucleares, con el fin de completar los eslabones faltantes del ciclo del combustible nuclear en sus propios países.
Por supuesto, la tendencia es más amplia y también existe un fuerte interés por localizar cada etapa del ciclo de combustible nuclear. No obstante, construir centrales nucleares en conjunto con proyectos de extracción de uranio sigue siendo la opción más segura, rentable y accesible en términos de tecnología disponible.
En este artículo no se analiza por separado la estrategia de China, ya que esta permanece sin cambios: el país continúa construyendo sistemáticamente nuevas unidades nucleares y realiza esfuerzos para garantizar el suministro —incluyendo mediante recursos propios— de uranio natural para satisfacer sus necesidades energéticas.
El artículo no tiene como objetivo establecer un balance entre la demanda prevista y el consumo real, y mucho menos vincularlo con plazos específicos. Sin embargo, es evidente que Kazajistán y Uzbekistán, una vez que construyan sus propias centrales nucleares, estarán principalmente interesados en autoabastecerse. Lo mismo ocurrirá, con gran probabilidad, en Namibia, Brasil, Argentina y, en general, en todos los países donde se extrae uranio y existen centrales nucleares. Esto significa que los volúmenes de uranio producidos en estos países dejarán de estar disponibles para otros consumidores.
Pero esto no representa el riesgo que muchos analistas de inversión utilizan para alarmar al mercado, generando temores sobre una escasez inminente de uranio y un posible aumento descontrolado de precios. La industria nuclear mundial produce menos uranio del que utiliza desde hace años. Lo importante es que el uranio cada vez se negocia menos en el mercado spot y las operaciones reales se desplazan cada vez más hacia el segmento de contratos a largo plazo. En el último año, desde julio de 2024, el precio a largo plazo se ha mantenido estable, en torno a 80 USD por libra de U₃O₈, sin reaccionar a las fluctuaciones de los precios spot.
Los contratos a largo plazo implican grandes volúmenes de suministro y horizontes de planificación extensos. Esto requiere soluciones sistémicas y fuertes inversiones en la apertura de nuevos yacimientos, la creación de minas con operación estable, y la implementación del ciclo cerrado del combustible nuclear (CCN), que permite reprocesar el uranio restante después del enriquecimiento y recuperar componentes valiosos del combustible irradiado. Todo esto, en conjunto, garantiza el funcionamiento estable y prolongado de las capacidades nucleares de generación eléctrica. Esto es exactamente lo que está haciendo Rosatom y Rusia en su conjunto.
Por eso, colaborar con Rosatom es sinónimo de fiabilidad.

