La energía nuclear mejora los indicadores
volver al ContenidoLa Asociación Nuclear Mundial (World Nuclear Association, WNA) publicó en los últimos dos meses dos informes: World Nuclear Performance (sobre el estado actual de la construcción y operación de las centrales nucleares) y World Nuclear Fuel Report, en el cual la organización presentó tres escenarios de equilibrio entre oferta y demanda, además de evaluar la disponibilidad de suministros hasta el año 2040. Los resultados actuales y las proyecciones muestran un crecimiento constante.
Rendimiento récord de las centrales nucleares
El principal logro del parque nuclear mundial en 2024, según la WNA, fue una producción récord de 2667 TWh, frente a los 2601 TWh del año anterior. Este resultado superó el récord anterior alcanzado en 2006, que fue de 2660 TWh. Desde 2012, América del Norte mantiene el liderazgo en generación de energía nuclear. Europa, que había sido líder en la primera mitad de los años 2000 y se mantenía al mismo nivel que América del Norte en la segunda mitad de esa década y a comienzos de los años 2010, descendió al tercer lugar, cediendo también el segundo puesto a Asia. El aumento de 40 TWh en la generación europea durante el año pasado, impulsado por los reactores franceses que volvieron a operar tras las paradas temporales de 2022 y 2023, no fue suficiente para mejorar su posición.
2667 TWh
producción de las centrales nucleares en el mundo en 2024
Asia fue la región que mostró el mayor incremento en generación, ubicándose actualmente en el segundo lugar mundial y acercándose cada vez más a América del Norte. En otras regiones, incluida Rusia y Europa del Este, la producción en 2024 prácticamente no cambió respecto a 2023.
A finales de 2024, en el mundo se consideraban en operación 440 reactores con una capacidad eléctrica total de 398 GW, tres reactores y 6 GW más que en 2023.
El informe señala que en 2024 algunos reactores en Japón (19 GW), India (menos de 1 GW) y otros países (11 GW) no generaron electricidad, ya que su operación se encontraba temporalmente suspendida. Por lo tanto, la capacidad eléctrica total de los reactores que efectivamente produjeron energía en 2024 fue de 369 GW, es decir, 1 GW más que el año anterior.
En el mundo predominan los reactores de agua a presión (313), cuyo número aumentó en cinco respecto a 2023. En segundo lugar, se encuentran los reactores de agua en ebullición (60), sin cambios en comparación con el año anterior. La cantidad de reactores de agua pesada disminuyó en una unidad, hasta 46, y también se redujo en uno el número de reactores de uranio-grafito, quedando en 10.
Históricamente, durante las décadas de 1970 y 1980 se pusieron en operación numerosos reactores, mientras que en los años 1990 y 2000 la frecuencia de nuevas incorporaciones se redujo. En la década de 2010 la cantidad de nuevos reactores volvió a aumentar. Como resultado, hoy crecen simultáneamente el número de reactores “jóvenes” (de hasta 15 años) y “veteranos” (de más de 42 años). No obstante, la base del parque nuclear operativo la conforman los reactores de edad media (de 15 a 42 años). Cabe recordar que Rosatom está construyendo actualmente unidades con una vida útil de diseño de 60 años, con posibilidad de extensión por 20 años adicionales.

Novedades de 2024
El año pasado comenzó la construcción de 9 reactores: 6 en China y otros en Egipto, Pakistán y Rusia, uno en cada país respectivamente. En Rusia, el 14 de marzo se inició el vertido del primer hormigón en los cimientos de la unidad Nº3 de la Central Nuclear Leningrado-2. En septiembre de este año, los constructores instalaron el primer nivel de la envoltura interna de contención del edificio del reactor y comenzaron los preparativos para la construcción de los cimientos del edificio de la turbina.
En total, a finales de 2024, había 63 unidades en construcción en todo el mundo, de las cuales cuatro estaban en Rusia: tres con reactores VVER y una con un reactor rápido de IV generación.
Por primera vez se conectaron a la red siete reactores, tres de ellos en China y uno en Estados Unidos, Francia, India y los Emiratos Árabes Unidos, respectivamente. Los plazos de construcción de estas unidades variaron considerablemente. El mejor resultado lo obtuvo la unidad Zhangzhou-1 (China): desde el vertido del primer hormigón hasta su conexión a la red transcurrieron 61 meses. La construcción más larga fue la de la unidad Flamanville-3 (Francia), que se completó y conectó a la red en 204 meses. En promedio, las unidades conectadas en 2024 tardaron 114 meses en construirse, es decir, algo menos de 10 años. Un detalle curioso: el período de construcción de la primera unidad de la central nuclear Shidaowan Guohe WNA tuvo que determinarse mediante imágenes satelitales, ya que no hubo anuncio oficial sobre el inicio del vertido del primer hormigón.
La mayoría de las unidades actualmente en construcción comenzaron sus obras en los últimos siete años. Solo el prototipo del reactor rápido reproductor (PFBR) y la unidad Rajasthan-8 con un reactor PHWR (ambos en India) llevan más de 10 años en construcción continua. En las demás unidades con un tiempo de edificación superior a 10 años, hubo o sigue habiendo interrupciones en los trabajos.
Cuatro reactores fueron definitivamente desmantelados en 2024: las unidades primera y cuarta de la central nuclear Pickering (Canadá), la primera unidad de la central Maanshan (ubicada en la isla de Taiwán) y la 2da unidad de la central Kursk (Rusia). En resumen: en 2024 se conectaron siete unidades a la red y se desconectaron cuatro, lo que deja un saldo positivo.
En 2024 se conectaron 7 unidades a la red y se desconectaron 4, lo que deja un saldo positivo.
Trabajo intenso
En 2024, el coeficiente de utilización de la capacidad instalada (CUCI) de las centrales nucleares a nivel mundial fue, en promedio, del 83%, un punto porcentual más que el año anterior. El mayor incremento del CUCI se registró en África, donde en la única central nuclear en funcionamiento, Koeberg, se realizaron trabajos de mantenimiento con elementos de modernización en ambas unidades, de manera alternada. Las labores en la primera unidad se llevaron a cabo desde diciembre de 2022 hasta noviembre de 2023, y en la segunda, desde diciembre de 2023 hasta diciembre de 2024. Ambos bloques fueron sometidos a estas reparaciones antes de la prevista extensión de su vida útil por 20 años.
El CUCI se mantuvo estable en América del Norte, mientras que en otras regiones descendió ligeramente. “Como ya se ha señalado, según los promedios de los coeficientes de utilización de la capacidad instalada para reactores de distintas edades, en años anteriores no se observó una disminución en la generación atribuida a la antigüedad de las centrales. Esta observación también aplica a los reactores que han estado en operación durante 40 años o más, lo que indica su potencial para seguir funcionando eficazmente al pasar a periodos de operación prolongados”, se destaca en el informe.
Suministro de uranio: una cuestión abierta
El posible futuro del sector nuclear fue analizado en la 22ª edición del informe World Nuclear Fuel Report. Su base son tres escenarios de desarrollo de la generación nuclear mundial, todos revisados al alza en comparación con los presentados en 2023.
Según el escenario base, la capacidad instalada de las centrales nucleares, que en junio de 2025 era de 398 GW, aumentará a 746 GW para 2040 (60 GW más que en el informe anterior). En el escenario alto alcanzará los 966 GW (35 GW más), y en el escenario bajo, 552 GW (66 GW más).
Como consecuencia, también crecerán las necesidades de uranio para las centrales nucleares. De acuerdo con las estimaciones de los expertos de la WNA, en 2025 los reactores nucleares del mundo requerirán 68,92 mil toneladas de uranio. Según el escenario base, en 2040 la demanda superará las 150 mil toneladas; en el escenario alto, más de 204 mil toneladas; y en el escenario bajo, más de 107 mil toneladas de uranio.
El principal desafío es que el suministro de uranio de fuentes primarias (minas de uranio) no cubre la demanda prevista, incluso si se suman las entregas provenientes de fuentes secundarias. Las principales dificultades que enfrentan las compañías mineras son la falta de inversiones y los extensos plazos (de 8 a 15 años) necesarios para obtener permisos de extracción.
Durante su intervención en la Semana Mundial de la Energía Atómica, celebrada a finales de septiembre en Moscú, Sama Bilbao y León hizo un llamado a reducir estos plazos con el fin de acelerar la producción de uranio en las minas ya descubiertas pero aún no operativas. “Por suerte, el uranio es un recurso bastante distribuido en todos los continentes. Sin embargo, es evidente que debemos invertir en la exploración y extracción de este recurso. Y la tarea relacionada con esto consiste en trabajar juntamente con los organismos reguladores y las autoridades que otorgan los permisos de explotación, para optimizar y acelerar el proceso de su obtención”, declaró durante una conferencia de prensa. Además, señaló: “Por supuesto, esto no significa que debamos hacer concesiones en materia de seguridad. Me refiero a que debemos seguir actuando con la debida diligencia y garantizar que se evalúen todos los aspectos necesarios para obtener los permisos de extracción. Pero hagámoslo de la manera más eficiente posible”.


