En agosto tuvo lugar la sexta expedición ártica internacional de Rosatom al Polo Norte: el “Rompehielos del Conocimiento”. A bordo del rompehielos nuclear, los participantes participaron de una experiencia única: conferencias de científicos y expertos de la industria nuclear y espacial, experimentos científicos que sólo son posibles en las latitudes septentrionales, recorridos por el rompehielos, paisajes extraordinarios del Ártico y la posibilidad de observar la vida de sus habitantes: osos polares, ballenas y aves árticas. Y, por supuesto, el intercambio entre los participantes: 66 jóvenes talentosos de 21 países del mundo.
El “Rompehielos del Conocimiento” se celebra por sexta vez y por segunda vez en formato internacional (la primera fue el año pasado). Más de 67000 estudiantes de entre 14 y 16 años de 21 países del mundo compitieron por el derecho a participar en la expedición, incluidos unos 4000 participantes extranjeros. El mayor número de solicitudes extranjeras llegó de Bangladesh (841 solicitudes), India (492) y Kirguistán (471). Los ganadores fueron seleccionados tras un proceso de selección de varias etapas, así como por los resultados del concurso “El Gran Cambio”, los programas educativos de “Sirius”, el campeonato ruso de juegos intelectuales “Conocimiento. Juego”, y la selección entre los participantes del movimiento “Jóvenes de Rosatom”.
Uno de los puntos importantes del programa de la expedición a bordo del rompehielos nuclear “50 Años de la Victoria” fueron las pruebas conjuntas y autónomas de modelos simplificados de plataformas móviles planetarias en desarrollo. Se envían a objetos del sistema solar para estudiar su estructura geológica. Las investigaciones fueron realizadas por especialistas de Rosatom y Roscosmos. “La fusión de tecnologías de Roscosmos y Rosatom se combina de manera simbólica aquí, en el Polo Norte. A través del Polo simulamos las condiciones de los satélites de los planetas gigantes, a los que en el futuro se podrá llegar precisamente con tecnologías nucleares. Los rovers, controlados por operadores remotos o por inteligencia artificial, trabajarán en la superficie de otros planetas cubiertos de hielo. Esto nos permitirá comenzar activamente a explorar el sistema solar, aquellas fronteras donde, tal vez, exista vida”, explicó el cosmonauta de pruebas y experto del programa científico-educativo “Rompehielos del Conocimiento — 2025”, Andrey Babkin.
Los especialistas de Rosatom no solo ofrecieron conferencias a los participantes, sino que también interactuaron mucho con ellos: “Durante el viaje hablé sobre los materiales compuestos: qué son, dónde se aplican, etc., pero también sobre otras cuestiones, por ejemplo, cómo convertirse en líder y cómo se organiza la jornada laboral de un directivo. Los jóvenes son increíblemente talentosos, activos e inteligentes, fue muy interesante conversar con ellos. Me hacían preguntas profundas sobre dónde estudiar, cómo construir una carrera. Les respondía con cautela, sin aconsejar directamente, para que la elección la hicieran ellos mismos”, compartió Aleksandr Tyunin, Director General de la División de Materiales Compuestos de Rosatom.
Entre los expertos de la expedición participaron Topan Setiadipura, Director del Centro de Investigación en Tecnologías de Reactores de la Agencia Nacional de Investigación e Innovación de Indonesia (BRIN); Le Suang Chung, Director del Centro de Física Nuclear del Instituto de Física y Tecnología Nuclear del Instituto de Energía Atómica de Vietnam (VINATOM); Leonid Dedyuja, ganador del concurso nacional “Maestro del Año de Rusia” 2024 y embajador del proyecto “Lección Atómica”; y muchos otros.
Uno de los momentos más espectaculares fue la celebración del Día de la Bandera Nacional de Rusia, en el cual los estudiantes escolares y expertos de 21 países desplegaron en el rompehielos una gran tricolor rusa. “Para mí fue un honor desplegar la enorme bandera de Rusia junto con todos”, dijo Mahmoud Said Morsi, Director del Departamento de Emergencias Radiológicas del Centro Nacional de Investigación y Tecnología Radiológica (NCRRT) de la Autoridad de Energía Atómica de Egipto (EAEA) y experto de la expedición. Este año, la celebración coincidió con el día de la llegada de la expedición a Múrmansk.
Algunos participantes se convirtieron en los primeros representantes de sus países en llegar a la cima del planeta, y otros incluso vieron la nieve por primera vez. Isabella Eileen Nell, de Sudáfrica, hizo en el Polo Norte su primera bola de nieve: “¡Fue increíble! No puedo describirlo, tomé un poco de nieve y la apreté entre mis manos. La bola era como una nube, la tocaba y la apretaba, me gustó tanto ese efecto helado que quiero volver una y otra vez a la nieve. ¡Estoy tan feliz!”, compartió la participante.
“Cuando supe que sería el único representante de Turquía en la expedición al Polo Norte, sentí una energía increíble. Para mí era importante discutir con chicos de distintos países cuestiones globales, incluidas las relacionadas con el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible”, señaló el participante turco, Deniz Arda.
La expedición es parte del amplio trabajo de investigación y desarrollo del Ártico y del Océano Glacial Ártico. Este año se cumplen 500 años desde el inicio de la exploración por parte de Rusia de la Ruta Marítima del Norte, el trayecto que conecta Europa con el Lejano Oriente a través de los mares árticos. “Nunca dejamos de sentir orgullo por la hazaña de nuestros pioneros, que sin miedo, paso a paso, superaban un camino difícil hacia descubrimientos increíbles. Rusia es el único país en el mundo que cuenta con una flota de rompehielos nucleares, y estoy seguro de que en el viaje del “Rompehielos del Conocimiento” los estudiantes se inspirarán con la inmensidad del Ártico y en el futuro se convertirán en nuevos pioneros, creadores de tecnologías revolucionarias de las que también nos sentiremos orgullosos”, declaró Yákov Antónov, Director General de Atomflot (que forma parte de Rosatom).
