El invierno provocó una demanda de sostenibilidad
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#239marzo 2021

El invierno provocó una demanda de sostenibilidad

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Los cortes de energía en Europa y Estados Unidos este invierno han dejado en claro una tesis que ha sido postulada durante mucho tiempo por la industria nuclear en todo el mundo. La industria eléctrica no solo debe ser limpia, sino también confiable.

En enero de 2021 un apagón continental se vio amenazado por un accidente de energía eléctrica en Europa. Un mes después, en Estados Unidos la falla de las instalaciones generadoras provocó apagones continuos en Texas. El principal objeto de reproches de los medios de comunicación y de los expertos fue la política de un incremento extensivo de la generación a partir de fuentes de energía renovables. En Francia, Alemania y Suecia, los medios de comunicación instaron a no crear problemas con nuestras propias manos.

Europa

Debido al accidente en una subestación en Croacia el sistema unificado de energía de Europa casi colapsa el 8 de enero de 2021. Se dividió en dos partes, cada una de las cuales intentaba mantener la frecuencia y ahorrar energía. Aproximadamente a unos 200.000 hogares de toda Europa, así como empresas industriales en Francia e Italia, estaban sin electricidad. Las centrales eléctricas de otros países europeos tuvieron que aumentar urgentemente sus volúmenes de generación para mantener los parámetros técnicos necesarios en la red.

En Francia, una subsidiaria de Electricité de France (EDF) hizo un llamado a los ciudadanos instándolos a ahorrar energía, apagar la luz, reducir la calefacción a 17 grados (si no hay nadie en su hogar), posponer el encendido de las lavadoras y apagar los routers de internet. El motivo del llamamiento es un consumo de energía inusualmente alto de 88 GW en todo el país en el contexto de una disminución en la generación de las centrales nucleares. Según los datos del EDF, en enero se desconectaron de la red 44 ​​de las 56 unidades, ya que las plantas no pudieron realizar a tiempo los trabajos de mantenimiento debido a las restricciones por la pandemia del coronavirus.

Los expertos entrevistados por los medios europeos señalaron que el entusiasmo por la generación de energía renovable puede volverse peligroso para la estabilidad del sistema energético. “Sería muy triste si tuviéramos muchas fuentes de energía renovable en la red. Porque si no podemos encender los parques eólicos al azar y si no tenemos la suficiente energía solar, la red seguramente colapsaría”, dice Peter Zeller, profesor de ingeniería eléctrica de la Universidad de Ciencias Aplicadas de Alta Austria.

“El problema no lo plantea el cultivo de electricidad verde directamente, sino la reducción de la capacidad convencional. El resultado es una brecha en la generación segura de energía y el equilibrio de la red que debe arreglarse”, dijo Eglantine Kuenle, jefe modeladora de sistemas eléctricos del Instituto EWI de Economía Energética de la Universidad de Colonia.

En Suecia también aparecen dudas sobre las implicaciones del desmantelamiento de las instalaciones de energía base. “Con el desmantelamiento de Ringhals 1 y la llegada de lo que solía ser un invierno sueco normal, vemos que el sistema eléctrico sueco se resquebraja. Las regiones del sur del país, que anteriormente albergaban seis reactores más, ahora se ven obligadas a importar electricidad fósil, ya sea carbón de Polonia o Dinamarca o el gas de Rusia para Alemania. ¿Qué hubiera pasado si hubiera llegado un verdadero invierno salvaje? «, – se preguntan ​​en el artículo «Suecia debería reconsiderar su política nuclear» para la edición sueca de Dagens Industri, el CEO de WNA Dr. Sama Bilbao y Léon y el gerente de relaciones públicas de WNA John C.H. Lindberg.

Es posible que en el futuro el problema con la confiabilidad de los suministros en Europa solo se agrave, ya que Alemania que es uno de los mayores consumidores de electricidad de la región, pretende continuar con la retirada de las capacidades nucleares y de carbón, que aún brindan generación básica. Cada vez es más difícil sustituirlo por fuentes de energía renovables, ya que la población se opone cada vez más a la construcción de parques eólicos en las inmediaciones. Pero la cuestión no es ni siquiera la disponibilidad de capacidades instaladas, ya que hay más que suficientes en Alemania. En 2017 la capacidad instalada de las plantas de energía renovable fue de 112 GW con un consumo máximo de energía de 80-85 GW. En el futuro el país carecerá de fuentes confiables de generación que estén disponibles en cualquier momento y no solo en condiciones climáticas favorables.

Según el profesor de la Universidad Tecnológica de Brandenburgo Harald Schwarz, el escenario planificado para el desarrollo de la industria eléctrica alemana hasta 2030 supone que la generación de electricidad en las plantas termoeléctricas y las centrales nucleares caerá de 57,2 GW a 19,1 GW. Si se realiza este escenario, la capacidad de generación disponible en cualquier momento se reducirá de 87,2 GW en 2017 a 54,8 GW en 2030. Esto está muy por debajo de las cargas máximas de 80-100 GW proyectadas para 2030. Y la expectativa de que con una escasez de capacidades disponibles será posible importar electricidad de Polonia o Francia puede no estar justificada, si los vecinos, por ejemplo, también enfrentan una mayor demanda o falta de generación en sus países.

Las críticas por la inestabilidad del suministro eléctrico en Alemania se encuentran cada vez más en los medios de comunicación: “Las condiciones meteorológicas previstas significan una energía solar casi nula y los fuertes vientos esperados pueden requerir el apagado de las turbinas eólicas o provocar fluctuaciones serias en la alimentación. Los que es seguro es que la red se verá desafiada durante las próximas horas y días. Lo más probable es que la red aguante y mantenga a todos al resguardo del frío y la oscuridad. Pero la mala noticia es que en invierno la red eléctrica del país se ha convertido en un juego de ruleta energética y los ciudadanos tienen que confiar en la «poca suerte» cada vez que el clima se torna tormentoso por las desastrosas políticas energéticas del gobierno alemán”, lamenta el bloguero alemán sobre clima y energía Pierre L. Gosselin.

EE.UU.

Sobre la llegada de las tormentas, frío y nieve a Texas se conocía al menos dos días antes. El proveedor local de electricidad y gas CPS Energy anunció el 9 de febrero de 2021 que se está preparando para el clima severo y posibles apagones, así como la necesidad de responder a las solicitudes de los clientes. Pero el 12 de febrero el gobernador de Texas Greg Abbott anunció oficialmente un desastre ocurrido en el estado.

El 13 y 14 de febrero las autoridades de San Antonio, la capital de Texas y la empresa de la red eléctrica, el Consejo de Confiabilidad de la Electricidad de Texas (ERCOT) emitieron el llamado a minimizar el uso de la electricidad debido a la demanda récord de energía eléctrica. Las razones de la emoción eran obvias, la gente trataba de calefaccionar sus ambientes encendiendo estufas y calentadores eléctricos.

En la noche del 15 de febrero, ERCOT tomó la decisión sobre apagones continuos controlados. Se suponía que los apagones durarían varias horas, pero de hecho los apagones se prolongaron hasta el 18 de febrero. Las interrupciones afectaron aproximadamente a dos tercios de todas las redes. En las horas pico el número de los clientes desconectados alcanzó los 4,5 millones, todo ello en un contexto de temperaturas anormalmente bajas y de 3 a 6 pulgadas de nieve. Este fue un récord desde 1985.

La situación se agravó para los habitantes de Texas por el hecho de que las bombas de agua también eran eléctricas, por lo que el suministro de agua se detuvo o fue intermitente. “En vísperas de la primera helada las tiendas se inundaron de compradores que se abastecían de alimentos. Nadie podría haber imaginado que era necesario prepararse para otra cosa: cortes prolongados de energía y la falta de agua. Los alimentos comprados para ser consumidos a futuro eran imposibles de calentar y mucho menos para cocinar. Nadie pensó en comprar leña y propano, muchos tuvieron que buscar urgentemente formas de calentar sus hogares. Los edificios en Texas, donde prácticamente no hay temperaturas bajo cero, no están diseñados para este tipo de heladas y la falta de electricidad y se enfrían completamente en un par de horas a las temperaturas de 10º bajo cero afuera”, dice Ekaterina Maynor, estudiante graduada de la Universidad Texas A&M. Pudieron comenzar a restaurar el suministro de energía solo el 18 de febrero. Durante los próximos días, a medida que las temperaturas fueron aumentando, el suministro de electricidad mejoró gradualmente. Actualmente, el estado está en disputa sobre quién y cómo pagará la electricidad, cuyo precio se ha disparado en un 16,000% a $ 9,000 por MW, el máximo posible en el mercado.

El apagón de Texas fue causado por la falla de 46 GW de capacidad instalada, aproximadamente el 40% de la capacidad de generación del estado. El 61% de ellos son estaciones de carbón y gas, el 39% son de generación de energía renovable. Entonces, según ERCOT, a las 20.15 horas del 15 de febrero, de los 30 GW de capacidad instalada de los parques eólicos de Texas, solo 800 suministraron electricidad.

Además, la primera unidad de potencia del Proyecto Sur de Texas, una planta de energía nuclear en Texas, se cerró temporalmente. El motivo de la parada fue una activación falsa del sensor de protección de la bomba de agua de alimentación. Y el sensor, a su vez, se activó por la falta de una sala de turbinas. Como explicó el experto en la industria nuclear Rod Adams en una publicación de blog, las turbinas STP están ubicadas directamente al aire libre.

En los Estados Unidos discuten si la situación en Texas ha exacerbado el número mínimo de conexiones de red con los estados vecinos y si Texas podría recibir electricidad en condiciones en las que ellos también se vieron obligados a hacer frente al aumento de la demanda de electricidad debido al clima frío anormal. No obstante, el debate público y los funcionarios estatales están de acuerdo en que el sistema de suministro de energía de Texas no estaba preparado para estos fríos anormales, a pesar de ser poco frecuente, pero aún recurrente.

Con estos fríos anormales Texas se enfrentó hace diez años atrás y con las mismas consecuencias de cortes de electricidad y los equipos eléctricos resultaron parcialmente dañados. “Las recomendaciones clave de varios expertos fueron requerir la preparación para el invierno de los equipos de generación de energía y la infraestructura de suministro de combustible, como los gasoductos, y proporcionar la capacidad de generación de reserva que se necesitaría cuando la demanda aumentara o cuando algunos proveedores se desconectaran. Ambas medidas impondrían costos algo más altos y resultarían en tarifas eléctricas ligeramente más altas. Pero podrían haber evitado los costos mucho más altos que enfrentan los tejanos por las interrupciones comerciales, tuberías rotas, inundaciones y aumentos en las facturas de electricidad, sin mencionar el sufrimiento humano y las muertes”, recuerda Jeffrey Ball de texasmonthly.com.

También hay disputas sobre la confiabilidad de la generación de las energías renovables. “Los apagones de Texas demuestran cómo el Green New Deal sería un acuerdo mortal para los Estados Unidos de América”, dijo el gobernador de Texas. Sin embargo, los medios locales no se olvidan de darle a estas disputas un matiz político, señalando, por ejemplo, que Greg Abbott es republicano. Posteriormente, el gobernador admitió que las estaciones de gas han mostrado su inestabilidad ante las bajas temperaturas.

Consecuencias

En Europa que reaccionó más radicalmente que otras al accidente de Fukushima, poco a poco comienzan a aparecer publicaciones que exigen la preservación y el desarrollo de la energía nuclear que proporciona un suministro eléctrico estable y no genera emisiones peligrosas a la atmósfera. «Hacemos un llamado al gobierno sueco para que revise su política nuclear y confirme lo que la ciencia ha dicho durante décadas: la energía nuclear no solo ha hecho de Suecia un país muy exitoso, sino también que la energía nuclear puede traer enormes beneficios a todas las partes de nuestro planeta», dijeron representantes de la WNA.

El profesor honorable de los sistemas de energía nuclear en ETH, Horst-Michael Prassser, en una conferencia del Foro Nuclear Suizo, dijo que «dejar la energía nuclear es más riesgoso que continuar operando plantas de energía nuclear modernas». De lo contrario, es probable que se produzcan riesgos ambientales importantes.

“En Suiza no es posible reemplazar el suministro de las plantas de energía nuclear con energía eólica y solar únicamente. Tarde o temprano el gobierno tendrá que pensar en las posibles alternativas. Dado que las centrales eléctricas de gas sabotean el logro del objetivo climático y es probable que la seguridad de las importaciones se vea amenazada muy pronto, surge la cuestión de las futuras centrales nucleares”, dice la nota sobre el informe Horst-Michael Prassser.

Incluso si los desastres climáticos duran solo unos días en unos pocos años, sus consecuencias se podrán sentir durante mucho tiempo después, afectando la vida diaria y el bienestar de las personas y la economía. La fiabilidad del suministro eléctrico se está reconociendo gradualmente como no menos valiosa que el respeto al medio ambiente. Debido a los requisitos de seguridad más estrictos, las plantas nucleares modernas son plantas seguras que pueden proporcionar el suministro de electricidad en todas las condiciones climáticas desde el extremo norte hasta los trópicos. Hay ejemplos de las centrales nucleares de Rosatom que están funcionando tanto en Chukotka como en India y China, y se está construyendo una central nuclear en Bangladesh.